La importancia de actualizar el testamento periódicamente

El testamento es un documento de vital importancia para distribuir las propiedades de una persona una vez fallecido. Será la manera de garantizarse que habrá un reparto de la herencia lo más justo posible y adaptado a sus peticiones. Pero en muchas ocasiones, se comete el error de mantener el testamento sin realizar las actualizaciones pertinentes después de que hubiera cambios, tanto desde el punto de vista económico como en el familiar.

No hay que pasar por alto que desde que lo redactamos hasta que se produce la muerte pueden transcurrir muchos años, y en ese periodo de tiempo pueden haberse producido unas cuantas variaciones.

 De no haber una revisión siempre se corre el riesgo de dejar en una situación un tanto comprometida a algunos herederos y provocar un conflicto innecesario. Actualizar el testamento resulta un trámite de lo más sencillo que no debemos de pasar por alto, por muy confiados que estemos en que lo tengamos todo bajo control.

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Cuándo debe revisarse el testamento

Cada cierto tiempo habría que actualizar el testamento para asegurarnos de que se cumplirán nuestros deseos una vez fallecidos. Sobre todo cuando se experimentan variaciones en lo que se refiere a la situación personal de cada uno.

Después de haberlo redactado puede darse el caso de que haya contraído matrimonio, y tenga un especial interés en incorporar a su cónyuge al citado documento para que se le reconozca como tal y pueda disponer de una parte de su patrimonio. Lo mismo puede suceder cuando se lleva a cabo un proceso de divorcio, en donde al finado le preocupaba que su expareja no herede ninguno de sus bienes.

El nacimiento de nuevos hijos, el cumplimiento de la mayoría de edad por parte de ellos o la aparición de los nietos también puede ser un buen motivo para actualizar el testamento. Cuanto más claros seamos en ese sentido, los herederos mejor encajarán las posibles modificaciones que se lleven a cabo. Al final se trata de que todo quede recogido en un documento y se cumpla lo propuesto por el fallecido.

Más allá de la situación personal y familiar, también existe otra razón de peso que nos puede llevar a variar el contenido del mismo. Y es que durante ese periodo desde que se redacta el testamento hasta que llega la muerte ha podido variar su situación financiera, incrementando sus propiedades. Lo que puede implicar que agregue beneficiarios o realice otra distribución diferente tratando de ajustarse a la nueva situación generada.

Renovar testamento periódicamente

Pero al margen de estos factores, una persona tiene total libertad para actualizar el testamento sin necesidad de dar explicaciones a nadie. Es posible que cambie de opinión o que simplemente desee reconocer a alguien de su familia con algo más. Esto resulta habitual en los últimos años de vida, cuando llegado el momento de cuidar a alguien se le trata de agradecer este comportamiento dejándole en unas mejores condiciones desde el punto de vista patrimonial. Por suerte, muchas de las decisiones adoptadas en su día pueden corregirse.

Al margen de los cambios que se puedan desarrollar en vida, nunca estaría de más hacer una revisión de este documento, ya que lo más probable es que con el tiempo se hayan producido cambios de los que no seamos conscientes. Las circunstancias y las relaciones pueden verse alteradas en cualquier instante.

Con bastante frecuencia, los matrimonios que no cuentan con hijos suelen realizar el testamento el uno en beneficio del otro. Y cuando fallece uno de los cónyuges todas las propiedades recaen sobre la persona que queda con vida. Pero si no actualiza el testamento con la nueva situación puede desencadenarse una situación un tanto compleja de la que saldrían mal parados una parte de los herederos, como pudieran ser algunos sobrinos de la pareja.

¿Se puede cambiar el testamento?

El testamento se puede rehacer las veces que sean precisas. Basta con acudir al notario y redactar el nuevo, que revocará de forma inmediata los efectos del anterior. Es posible modificarlo o actualizarlo tantas veces como nos apetezca en función de las circunstancias que se produzcan.

En el caso de que se trate de variaciones importantes, como puede ser la inclusión de una persona en el mismo o la decisión de otorgarle una determinada propiedad a otro, lo adecuado sería revocar el que esté vigente y hacer uno nuevo.

Los expertos insisten en la necesidad de actualizar el testamento, de cambiarlo las veces que sea necesario, para que se cumplan los deseos de una persona tras su muerte. En caso de duda, siempre es preferible confiar el caso en abogados expertos en la materia, que le orientarán con la opción más conveniente en cada momento. Piense que de esta manera lo tendrá todo mucho más planificado y sus futuros herederos lo agradecerán a la hora de efectuar el reparto de los bienes y patrimonio.