¿Cuál es el trabajo de un asesor fiscal?

Las exigencias que impone la Administración Tributaria (AEAT) y las administraciones nos obligan a ser muy estrictos a la hora de cumplir con nuestras responsabilidades. Solo de esa manera se conseguirá evitar cualquier tipo de infracción. Y como la mayoría de ciudadanos carece de los suficientes conocimientos para sacar esto adelante, es ahí cuando entra en escena el asesor fiscal, que acaba adquiriendo un papel relevante.

¿Qué hace un asesor fiscal?

El asesor fiscal es un profesional con grandes conocimientos en el ámbito tributario, que principalmente se encarga de orientar a sus clientes, que suelen ser principalmente empresas y trabajadores por cuenta propia, sobre las obligaciones que les corresponden en cuanto a contabilidad e impuestos.

Por lo tanto, desempeña una función esencial para que sus clientes cumplan con sus responsabilidades con la Agencia Tributaria tanto en forma como en plazo. La complejidad de la actividad tributaria hace que resulte casi imprescindible disponer de esta figura.

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Gracias a sus conocimientos nos permitirán reducir de manera importante la cuantía a tributar. Tienen la responsabilidad de estar al tanto sobre las distintas exenciones que incluyen las leyes, las posibles desgravaciones o incluso adaptar la actividad de una compañía en la forma jurídica más rentable ante de la presentación de las declaraciones tributarias obligatorias.

trabajo de un asesor fiscal

Cuáles son las funciones de un asesor

Son varias las responsabilidades que asume un asesor fiscal con una empresa o autónomo. En primer lugar tiene que realizar la labor de asesoramiento, además de representar a sus clientes ante cualquier gestión asociada con Hacienda. De esta manera habrá la garantía de que todo se realiza adecuadamente, tanto por parte del cliente como de la administración.

Debe contar con toda la información posible a nivel contable y fiscal para que no existan incidencias con cualquier liquidación de carácter tributario. Se ocupará, además, de la modificación de los datos vinculados a la actividad económica de la compañía, como puede ser darla de alta o de baja en la Agencia Tributaria. Debido a sus conocimientos en la materia propondrá la forma jurídica que más convenga.

Tiene la suficiente capacidad para preparar la planificación fiscal según los bienes y derechos del cliente, así como su patrimonio. Les mantendrá debidamente informados sobre cualquier impuesto, trámite que haya que cumplir con el sistema tributario o incluso detectar posibles irregularidades que se puedan contraer.

Todo lo que tiene que ver con las cuentas, impuestos y obligaciones con Hacienda debe pasar por sus manos. Su función será el asesoramiento, pero también debe trabajar para que la empresa se mueva en todo momento dentro de los márgenes de la legalidad.

Con su labor ahorrará muchas preocupaciones a las empresas, pero también a los profesionales por cuenta propia, que no disponen de tiempo ni de los conocimientos precisos para asumir dicha tarea.

Se pueden considerar una pieza básica en el funcionamiento de cualquier negocio, y más en estos tiempos, en donde se producen cambios con mucha regularidad en el ámbito tributario. Además de conocer la legislación y las disposiciones vigentes, cuentan con conocimientos en materia financiera, contable y mercantil.

Otras de las funciones que desempeñan son las siguientes:

  • Hacer estudios sobre la situación jurídica de los negocios.
  • Orientar a emprendedores antes de iniciar su actividad.
  • Asesoramiento sobre posibles inversiones en activos, herencias, el incremento o reducción patrimonial, y cambios de forma jurídica.
  • Representar a la sociedad ante la administración tributaria o tribunal en casos como liquidaciones, negociación del aplazamiento de pagos o alegaciones.
  • Presentan las liquidaciones periódicas de los diferentes impuestos ante la administración.
  • Orientación en cuanto a importación y exportación de bienes.
  • Asesoramiento con las nóminas y sueldos de los empleados.
responsabilidades de un asesor fiscal

¿Qué responsabilidades tiene un asesor fiscal?

La actuación negligente por parte de un asesor fiscal a la hora de desarrollar su cometido puede acarrear consecuencias tanto a él como al cliente. Serían de carácter civil, penal y tributario.

  • Responsabilidad civil: pese a su mal trabajo no tiene la obligación de asumir las sanciones impuestas, aunque sí que le acarrearía ciertas consecuencias.
  • Responsabilidad penal: en el caso de que se demuestre su participación como colaborador necesario podría verse implicado en el delito.
  • Responsabilidad tributaria: puede darse la situación de que el cliente incurra en determinadas infracciones en materia fiscal y el propio asesor tome parte en dicha circunstancia. De ser así, sería considerado responsable solidariamente. Dicha responsabilidad afectará además a la sanción que se imponga.

¿Por qué son necesarios los asesores fiscales en una empresa?

No es obligatorio disponer de un asesor fiscal, aunque para garantizar el adecuado funcionamiento de un negocio resulta imprescindible contar con uno. Cuentan con los suficientes conocimientos en materia fiscal, contable y mercantil, además de experiencia para atender los compromisos con la administración tributaria.

Estos profesionales se mantienen debidamente actualizados en lo que se refiere a las modificaciones legislativas que se llevan a cabo con cierta regularidad.