El mercado de la compraventa de vehículos usados se encuentra al alza. Permite hacerse con un coche en buen estado sin necesidad de realizar un gran desembolso. En nuestro intento por conseguir un precio lo más ajustado posible, haremos todo lo posible por localizar aquellas oportunidades que nos ofrezca el sector. Y una de ellas puede ser la posibilidad de comprar un vehículo a una empresa. Resulta más habitual que lo pensamos y se presenta con unas cuantas ventajas.
En cualquier caso, este tipo de operación requiere de una tramitación totalmente distinta al entrar en juego una persona jurídica o compañía, que será la encargada de venderlo. Para evitarse complicaciones o pérdidas de tiempo con estas gestiones, siempre es aconsejable dejarlo en manos de profesionales con experiencia como una buena gestoría en Sevilla que se ocuparán de esta labor.
La transferencia de vehículos puede resultarte un tanto engorrosa si no estás acostumbrado a realizar este tipo de tareas. Pero se convertirá en algo más complejo cuando dicha operación se haga entre una empresa y un particular, incluso cuando se hacen transferencias de coches desde otro país.
Antes de realizar esta gestión hay que tener en cuenta una serie de detalles que resultan generales. En primer término habrá que comprobar si el coche en cuestión tiene abonado el impuesto de circulación del último ejercicio, además de averiguar si tiene alguna multa impagada o arrastra algún tipo de carga. De ser así, lo más práctico sería reclamar el informe de tráfico de la Dirección General de Tráfico (DGT). En el citado documento deben aparecer de manera detallada toda la información sobre el vehículo, así como de su propietario, que en esta ocasión será una compañía. Sería un error adquirir un coche sin disponer previamente de todos estos datos que resultan imprescindibles.
Cuando el vendedor sea una empresa, el contrato de compraventa debe reemplazarse por una factura que incluya el IVA y en la que aparezca recogida la matrícula del automóvil. Puede darse el caso también de que el comprador sea una persona física profesional. De ser así, se le pedirá que facilite el último recibo de autónomos para que esté exento de abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.
Documentación y trámites precisos para hacer la transferencia de vehículo
En vez de una gestoría de vehículos a la hora de realizar la transferencia de un vehículo de segunda mano, con la intervención en la compraventa de una empresa, los trámites y documentos a aportar serán varios. A continuación te los detallamos:
- Documentación del vehículo: que incluye la Ficha Técnica y el Permiso de Circulación.
- Contrato de compraventa que debe llevar la firma de las dos partes implicadas en la operación, así como la factura de venta por parte de la compañía que vende el coche.
- Recibo o justificante del pago del último Impuesto de Circulación.
- Impreso de cambio de titularidad firmado por el vendedor y el comprador. En el caso de que este trámite se efectúe a través de una gestoría, no será necesario este documento. Únicamente se requiere cuando la gestión se haga de manera directa en dependencias de la DGT. En su lugar, las dos partes tendrán la obligación de firmar un Mandato de Gestoría, en donde cada uno de ellos da su correspondiente autorización al gestor para que haga la transferencia en su nombre.
La persona física que se haga con el vehículo debe facilitar el DNI original y el certificado de Hacienda de Situación censal si es un autónomo. Por su parte, la persona jurídica o compañía presentará el poder o escritura que lo acredite como apoderado, la tarjeta CIF de la empresa y el Impreso de Acreditación de Identidad de Personas Jurídicas, que llevará la firma del apoderado y el sello de la empresa.
En ocasiones, lo que parece un simple trámite puede complicarse un poco. Hay pequeños detalles que no pasarán por alto y que será necesario dejarlos bien atados. Cuando el domicilio del comprador que aparece en el contrato de compraventa y en los impresos de la Dirección general de Tráfico no coincida con los del DNI, se requerirá un certificado de empadronamiento para que confirme su domicilio actual. Para que resulte válido, dicho documento que nos expedirán en el ayuntamiento correspondiente debe tener un periodo inferior a tres meses. A partir de ese plazo dejará de tener validez.
Puede darse también una situación muy curiosa, y es que compremos un vehículo de una empresa que ya no existe como tal, que aparezca dada de baja, disuelta o liquidada. La propiedad sigue estando en manos de la compañía en cuestión. En ese caso, posiblemente nos resulte un tanto más complejo hacer la transferencia del vehículo. Por eso lo adecuado sería confiar esta labor en alguien con experiencia y que se ocupe de todas las gestiones.
No solo ahorraremos tiempo, también será una preocupación menos, ya que tendremos la garantía de que podremos hacer uso del vehículo con todo en regla y sin problemas. Después podemos comprobar si se ha transferido el coche correctamente.